Transcripción

Nunca aspiré á la gloria ni me atrajo
de la fama el estruendo,
ni soñé que mi nombre
pueda en su libro recoger el tiempo.
De esa ambición mi corazón no sabe...
Pero cuando contemplo,
por la noche, del campo en el retiro,
el humilde sendero
que hollaron pobres pies que ya descansan,
borrado en parte, que blanquea á trechos,
á la luz de la luna, y que condujo
á un apartado hogar, ahora desierto;
mi terrena raiz se reverdece
y acaso á veces pienso
con humana emoción: Asi quisiera
que en la tierra quedara mi recuerdo.
Domingo Rivero
6 Abril 1920.